Elitismo educativo, escuelas concertadas y bilingüismo

La educación española está marcada por una anomalía insólita en los países de nuestro entorno: el sistema de conciertos educativos. El 32% de los estudiantes españoles de primaria y secundaria estudian en colegios e institutos de gestión privada, en su mayor parte centros concertados subvencionados en su práctica totalidad con fondos públicos. Muy a grandes rasgos, la escuela concertada es un pilar de los privilegios de los que disfrutan las familias que ocupan aproximadamente el tercio superior de la distribución de rentas y cuyos intereses están manifiestamente sobrerrepresentados en las políticas públicas, los medios de comunicación y los programas de los partidos.

La historia española de la financiación con fondos públicos de la enseñanza de titularidad privada es bien conocida. En los años ochenta, el gobierno del PSOE estableció el sistema de conciertos educativos como una vía para asegurar una universalización rápida de la educación en un contexto en el que no existía suficiente oferta de educación pública. Esa medida, supuestamente transitoria, se encabalgó sobre una larga tradición franquista de subvención a fondo perdido a los colegios religiosos. Por eso los debates en torno a la escuela concertada se han desarrollado casi siempre en torno a la cuestión ideológica de la presencia de la religión en las aulas y el poder que el sistema de conciertos otorga a la iglesia.

En realidad, si ni los gobiernos del PSOE ni los del PP se han planteado jamás un proceso de incorporación de los centros concertados a la red pública no ha sido por razones religiosas sino políticas. La red de enseñanza concertada constituye un elemento central en el sistema de lealtades sociales que durante décadas ha vertebrado el régimen político español. Aún más, aunque la iglesia controla una parte significativa de la red concertada, la confesionalidad es una cuestión importante sólo para un porcentaje relativamente pequeño de las familias que acuden a esos centros. El sistema de conciertos educativos ha sido la forma en que el Estado ha asegurado a la clase media la transmisión de su patrimonio social y cultural, del mismo modo que la burbuja especulativa fue la forma en que le ofreció una vía individual de movilidad social intergeneracional a través de la transmisión del patrimonio inmobiliario. A menudo se señala que una vez igualadas las condiciones socioeconómicas la enseñanza concertada española no ofrece mejores resultados académicos. Es cierto, ofrece algo mucho más importante: la reproducción de las condiciones socioeconómicas.

El resultado es que en España la clase media real (no la aspiracional) disfruta de los privilegios sociales de la educación privada a un coste muy reducido. Este amplio grupo social ha podido esquivar una parte significativa de los problemas asociados a la escolarización de las clases populares y acumular un valioso capital social. El anecdotario sobre las vías de segregación que ponen en marcha los colegios concertados –que en teoría deberían garantizar las mismas condiciones de acceso que los colegios públicos– es inagotable. Abarcan desde los filtros económicos –como las famosas cuotas “voluntarias” o las actividades “complementarias” (añádanse cuantas comillas se considere necesario)– hasta la selección explícita y sin tapujos: en numerosos colegios concertados un criterio de admisión importante es ser hijo de un antiguo alumno.

¿Por qué desde la izquierda se pasa de puntillas sobre este problema? Me temo que la razón de esta timidez es muy antipática: la izquierda española está radicalmente atravesada por el clasemedianismo. La enseñanza concertada –sobre todo, por medio de las cooperativas de profesores o padres– se ha ido convirtiendo cada vez más en un refugio para familias laicas y progresistas con suficientes recursos económicos que buscan modelos educativos alternativos a los que ofrece la educación pública y una mayor capacidad de intervención en su comunidad educativa. No hay ningún motivo para dudar de la sinceridad de esas motivaciones, pero lo cierto es que la realidad de las cooperativas educativas laicas es también la de una profundísima segregación social.

Es un proceso aún minoritario y característico de las grandes ciudades, en especial en Madrid, Cataluña y País Vasco, pero apunta a una tendencia que posiblemente se acelerará en el futuro. El desembarco de la izquierda en la concertada con su discursos acerca de la innovación educativa, las pedagogías blandas o la transversalidad proporciona a esta red una cierta imagen de marca de la que carecía (hasta ahora su principal valor consistía sencillamente en que no era la pública). De hecho, la red de colegios laicos y progresistas es más elitista que la religiosa, que tienen su propio circuito low cost en el que tienen cabida algunos inmigrantes y personas procedentes de las clases populares.

Aún peor, la maquinaria segregadora de la concertada están contaminando cada vez más a la red pública. Empieza a ser frecuente que los centros públicos establezcan triquiñuelas en los procesos de admisión para promover una bunquerización social. Tanto en la Comunidad de Madrid como en el País Vasco, cada vez más centros públicos “prestigiosos” dan puntos en los procesos selectivos a los hijos de antiguos alumnos. Otros renuncian voluntariamente a tener comedor escolar para ahuyentar a los alumnos de bajos ingresos que optan a becas de comedor.

Pero seguramente la herramienta de discriminación social más ambiciosa que se ha ideado en España es el programa de bilingüismo de la Comunidad de Madrid (CAM), una auténtica pesadilla elitista. En la actualidad, la mayor parte de los colegios de educación primaria madrileños son bilingües –hay distritos enteros donde no hay ni un solo colegio no bilingüe– y los que no lo son sufren fortísimas presiones de la administración para que entren al redil. Hay que estar muy alienado por la anglofilia para no percibir que el programa bilingüe de la CAM es un delirio pedagógico sin parangón en ningún lugar del mundo, que ha convertido los centros educativos en academias de idiomas donde una parte significativa de las materias son imposibles de impartir porque alumnos y profesores no comparten las herramientas comunicativas mínimas. Es algo tan sencillo como que los profesores de primaria dan clase de ciencias naturales, historia o ciencias sociales en inglés (y sólo en inglés) a niños de 6, 7 u 8 años que… no hablan inglés.

Hay un dato curioso que permite entender el auténtico objetivo del bilingüismo en los centros públicos de la CAM. En educación secundaria los resultados académicos de los estudiantes del programa bilingüe son peores en las materias impartidas en inglés pero mejores en matemáticas y lengua española. Es decir, aparentemente dar clase de ciencias en inglés, mejora tu rendimiento en lengua española. La explicación es que los programas bilingües expulsan a las familias más pobres y con menos recursos culturales y que obtienen peores resultados académicos. Al igual que la red de enseñanza concertada, los programas bilingües en educación primaria tiene un objetivo social: permiten que al llegar a la ESO los estudiantes puedan ser distribuidos en función de su nivel de inglés. Poco sorprendentemente, esta criba hace que los estudiantes de las aulas bilingües sean de piel más clara, más ricos y con mayor capital cultural que los demás.

El sistema educativo español, al menos en su tramo obligatorio, parece cada vez más el experimento de un discípulo loco de Bourdieu para observar la reproducción social a gran escala. Madrid es su laboratorio.

[Este texto es un extracto de un artículo más amplio  («Reescolarizar la escuela») que he publicado en el número 16 de La maleta de Port Bou]

35 comentarios en “Elitismo educativo, escuelas concertadas y bilingüismo

  1. Un texto necesario sobre un asunto crucial, del que sin embargo se suele hablar poco. El diagnóstico me parece acertado, lo comparto sin ambages. Por relación a posibles propuestas, mi idea sería: quien quiera «distinguir» a sus hijos por medio de la educación, que lo pague de su bolsillo y los lleve a un privado. Pero los concertados habría que eliminarlos, porque es una vergüenza que se destine dinero público a financiar negocios educativos de carácter elitista y excluyente (máxime con la lamentable situación en que se encuentra la enseñanza pública). Si los hijos de los ministros fueran a colegios públicos quizá la cosa cambiase; y desde luego que lo haría si todos los recursos destinados a la concertada retornaran a la pública.

  2. Muy buena reflexión, muy politica y muy necesaria pero carente de pensamiento global, algo sesgada en lo relativo a tu opinión sobre las escuelas progresistas, laicas y de izquierdas con metodología alternativa.

    Me ha gustado mucho la reflexión sobre el bilingüismo y la educación concertada, así como el caracter privativo de la privada, nunca mejor dicho. En cuanto al elitismo de las escuelas laicas, progresistas y de pedagogia alternativa creo que te falto investigar un poco más ya que existen algunos proyectos sobre todo en el ambito de la educación infantil que intentan no ser ni privados ni privativos, funcionan de forma autogestionada y horizontal y en su metodología y sus practicas buscan constantemente subvertir el modelo establecido de autoritarismo, ausencia de critica y control absoluto que reproduce en mi opinión y desde hace decadas el sistema de educación pública, concertada y privada tradicional.

    Muchas de las familias que eligen este tipo de centro de los que te hablo no persiguen el exito profesional de sus hijos basado en pedagogias antiguas o modernas, no les mueve la reproducción de las condiciones socioeconomicas ya de por si establecidas en cada uno de nuestro actos cotidianos (casa en propiedad; trabajo cualificado y bien remunerado: estudios superiores; intelectualidad política y social; consumo ecologico y responsable; vacaciones responables pero acomodadas…etc), tampoco les mueve el miedo a que sus hijos e hijas se junten con las clases bajas o personas de otros paises. Mas bien diria que detestan todo eso tanto como el sistema público actual, el cual ya degradado actualmente, siempre fue un instrumento de control, reeducación y marginalización de los que no dan la talla intelectualmente o socialmente.

    Volviendo, a que les mueve a estas familias, les mueve el encontrar espacios donde en los primeros años una niña o un niño se pueden realizar no directivamente, experimentando con su cuerpo y su imaginación, jugando mientras van aprendiendo y no al revés. Siendo dueños de sus decisiones reales y no manipuladas por un adulto que te guía constantemente que por escenificarlo de alguna manera, este adulto o maestra te hace el regalo del día del padre (porque tu hija debe hacerlo y porque tu hija no puede hacerlo). Les mueve la no limitacion de sus gritos, sus saltos, sus juegos marcados por la jornada directiva del maestro, les mueve un espacio donde portarse mal, llorar y gritar, expresarse libremente. Donde yo decida cuando empezar a leer y escribir, si estoy preparado o no, sin miedo a quedarse atrás, sin presión, sin estigamatizar al peque que le cuesta leer, que no quiere fichas, que quiere jugar, reirse, cantar, tumbarse en un colchon y dormirse junto a los suyos cuando esta cansado, que puede ir al patio cuando quiere, que calcula sus pasos, sus golpes y caidas y en eso basa su aprendizaje. Con un par de restricciones que muchos adultos no respetan, el daño fisico al otro y el respeto por el entorno y los materiales. Eso les mueve a estas familias que se autogestionan, se asamblean, se corresponsabilizan con el proyecto de forma economica, en tiempo y forma del mismo. No, nada de eso es posible y permitido en el sistema público. Esta implicación da un valor esencial al lugar donde decides dejar a tus hijas, unas relaciones que van más allá del AMPA. Donde, y vamos con el tema tabu, (dinero) decides cuanto dinero aportar al colectivo en función de tu sueldo porque la comida de tu hijo e hija no esta subvencionda, el sueldo de los acompañantes tampoco, así como el material comprado y reciclado, la luz, el agua…y no lo esta porque para estarlo debes de someterte a una serie de controles estales porque la educación tiene que ser controlada y quien no pase por el filtro no cabe dentro del sistema. El no querer ese tipo de situaciones para tus hijos genera una serie de gastos si te sales del redil, no es que quieras significarte o excluirte es que entiendes que el sistema de educación publica jámas fue bueno y lo sabes porque algo de experiencia tienes. También quieres que tu hijo este agusto pero sin lujos, y que las personas que van a cuidar de ellas tengan una condiciones salariales algo decentes y sus derechos laborales sean respetados, y si, sin ayudas públicas eso cuesta mantenerlo y no esta al alcance de todos por algunas causas que exponemos:

    – Poca difusión dado el caracter alegal de este tipo de escuelas.
    – Relativa aceptación por la creencia de que el juego y la libertad esta reñida con el aprendizaje y el éxito profesional.
    – Pocas ganas o falta de tiempo por temas laborales, de formar parte de un proyecto colectivo y autogestionado que implica asambleas…
    – Tema monetario, encuentras lugares donde no hay minimos, otros donde si los hay pero con comillas, así como que otros entienden que es necesario unos mínimos para poder funcionar dignamente y no reproducir las mismas desigualdades que el propio sistema genera y que deja a las familias con la unica opción del sistema publico.

    A estas familias les mueves tomar estas decisiones con sus hijos porque aunque llevando y disfrutando de la sanidad pública, bibliotecas públicas, transporte público ( a no que aqui se paga)…etc entienden que ni por asomo nuestro pais se encuentra en el paraiso del sistema público, ni ahora ni hace 10 años cuando el dinero parecía caer del cielo. Y quizás temerosos de lo importante que es el cuidado, el respeto, la educación y el aprendizaje en condiciones dignas alejadas del establishment educativo que vivimos, deciden alejarse lo más dignamente posible sin perder la esperanza de llegar a tener un sistema público lo más parecido a estas escuelitas que cada día tomán más fuerzas, buscando hacerse un hueco que algun día llegue a todos sin restricciones y sin obligaciones de clase, por que al igual que la clase social les permite a unos distinguirse del resto como VIP, a otras, su clase les obliga al ratio de 30 peques, con su curriculo de mierda, sus fichas, su competitividad, su deshumanización, la memorización, los deberes a destajo, la evaluación constante, la libertad de critica de expresión…porque existen escuelas autogestionadas, al igual que bibliotecas populares, centros sociales y porque ya se sabe que cuando el estado y su maquinaria no llega solo nos queda autoorganizarnos.

    Ahora, que creo que no les mueve a esta familias para llevar a sus hijos e hijas a la pública. No voy a enrollarme más porque ya he dejado claro lo que para mi es esa institución cercada con barrotes, donde opinar sale caro, donde un maestro es comparado hasta en términos legales con un policia o un juez, donde un niño puede ser acosado y humillado sin que nadie en el centro se entere y de la cara, donde la competencia prima y la colaboración escasea, dondes te enseñas a sobrevivir en este mundo de mierda, ya preparandote para tu etapa laboral, donde tu acatas y un tipo que no tiene ni pajolera idea de pedagogia dicta, donde pasaras los mejores años de tu vida, tu crecimiento como persona, donde encontrarás los mejores amigos y los peores, y cuando se hagas mayor quizás encuentres un profesor majo de los alrededor de 25 que pasaron por tu clase todos esos años, uno que te enseño que te marco porque era el diferente. Lo recordaras con agrado porque carajo, es tu vida, tus colegas, tus límites y saliste mas o menos ileso o eso es lo que tu crees pero llevas muchas mierdas arrastrando por culpa de eso años allí, en ese centro psiquiatrico que es el sistema educativo.

    Espero a ver mostrado mi opinión lo más clara posible para dar vías de debate, yo si fuí a la E.G.B. y no lo recuerdo con agrado.

    El sistema puede ser penetrado, asaltado como dicen algunos ahora, pero para cambiar hay que romperlo en mil pedazos para que nadie pueda volver a formarlo de nuevo.

    • Comparto tu análisis sobre el derecho a elegir como quieres educar a tus hij@s. Pero eso no evita que esos alumnos tan bien acompañados en su educación reciban un mensaje contradictorio. ¿ Que hemos de hacer cuando hay algo en la sociedad que no compartimos? Quizás crear una sociedad paralela no sea más que un espejismo que una vez acabada la escolarización se diluye. Conozco muchos proyectos de los que hablas y sé que de ellos salen alumnos muy bien preparados para la vida pero poco comprometidos por participar en un cambio social. Es más fácil huir al silencio que trabajar para que se acabe el ruido.

    • Comparto tu análisis sobre el derecho a elegir como quieres educar a tus hij@s. Pero eso no evita que esos alumnos tan bien acompañados en su educación reciban un mensaje contradictorio. ¿ Que hemos de hacer cuando hay algo en la sociedad que no compartimos? Quizás crear una sociedad paralela no sea más que un espejismo que una vez acabada la escolarización se diluye. Conozco muchos proyectos de los que hablas y sé que de ellos salen alumnos muy bien preparados para la vida pero poco comprometidos por participar en un cambio social. Es más fácil huir al silencio que trabajar para que se acabe el ruido.

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  5. Estupendo artículo. Yo este año estoy buscando colegio para mi hijo y me encuentro con que en mi barrio (Arganzuela) hay colegios públicos con un 2% de inmigrantes y otros con un 30%. La escuela pública también segrega. Lo hacen a través del nuevo baremo aprobado por Esperanza Aguirre en aras de «la libre elección» y que en teoría da libertad de elección de centro a los padres. Según el baremo, los colegios tienen 1 punto de libre disposición que otorgan al criterio que les parezca y que además puede cambiar cada año. Ese es el punto clave que determina que tu hijo pueda entrar en el colegio o no. Y lo que hacen los dos colegios situados en zonas de urbanización del barrio es dar ese punto a las calles circundantes, a una zona que demarcan ellos mismos como bien les parece. Así todos los niños que van a esos dos colegios son de clase media y españoles, y viven en urbanizaciones con piscina.
    Por otro lado la segregación en los concertados es facilísima. El segundo ciclo de educación infantil (de 3 a 6 años) no está concertado, es privado. De modo que si quieres entrar en el concierto de primaria, tienes que llevar al niño a infantil durante 3 años pagando unos 500 euros al mes. De un plumazo te has quitado a todos aquellos que no se lo pueden permitir.

  6. Respuesta al artículo de César Rendueles: “Elitismo educativo, escuelas concertadas y bilingüismo”

    Asociación Enseñanza Bilingüe
    Madrid, Abril 2016

    El Sr. César Rendueles, Profesor en el Departamento de Teoría Sociológica de la Universidad Complutense de Madrid, en su blog “Espejismos digitales”, ha publicado un artículo titulado “Elitismo educativo, escuelas concertadas y bilingüismo”.

    Se trata de un artículo que sin duda requeriría alguna respuesta en su conjunto pero, dado el contexto en el que se enmarca la Asociación “Enseñanza Bilingüe”, este análisis se va a limitar a lo contenido en los dos párrafos que dedica al bilingüismo y que, por cierto, no tienen desperdicio. Se transcribe literalmente y se comenta todo su contenido de la siguiente manera:
    Texto completo
    http://www.r.es/index.php/analisis

  7. Pues no puedo estar más en desacuerdo con rafaram. En mi opinión de lo que se trata es de garantizar que la institución escolar sobreviva como lugar de lo público, independiente del núcleo familiar que, en muchos casos, reproduce formas de poder, seguramente muy cargadas de afecto pero formas de poder. Comprendo que haya otros que preferirían acabar con el derecho a la escuela pública, anteponiendo al derecho de los niños la libertad de sus padres para escoger entre toda la gama disponible dentro de la oferta educativa privada, y así poder garantizar que sus hijos se críen en entornos ideológicamente determinados y afines al de la unidad familiar. Quizá el riesgo es que el niño se convierta en un producto, o en el resultado de una inversión, a lo peor fallida.

    De todas formas creo que la laicidad del Estado y el modelo territorial han sido durante décadas los objetos permanentes del debate político. Pero discrepo con los que sostienen que la laicidad del Estado y el modelo territorial –con la cesión de competencias educativas a las CC.AA.– hayan sido tan perjudiciales para el sistema educativo como se ha dicho. Lo que ha sido verdaderamente nefasto para la estabilidad del modelo educativo es que los dos grandes partidos que ha gobernado este país se hayan dedicado a reformarlo para hacer el paripé en cada relevo de poder –que siempre parecía más auténtico si se reformaba algo.

    Por eso, creo que más que una garantía para que el conocimiento quede en manos de una clase privilegiada. Nuestro sistema escolar es el resultado caótico de un montón de chapuzas acumuladas que han servido para estigmatizar al profesorado, para enfrentar a las comunidades autónomas con gran ayuda de los informes PISA como instrumento de descontrol. Sin embargo, cuando una generación formada en universidades públicas emigra para buscar trabajo fuera no es por falta de excelencia en el sistema educativo, ni por culpa de los curas, ni por el modelo territorial. Lo que ocurre es que la gente está demasiado preparada para un país que carece de una economía productiva capaz de rentabilizar la cualificación de sus jóvenes, más allá de ofrecerles créditos bancarios para quienes deseen obtener algún título universitario.

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  9. Este artículo está plagado de un idealismo igualitarista que sostiene una falaz asunción: que el Estado es un agente «Público» ajeno al sistema, que interviene para evitar que se perpetúen las condiciones socio-económicas de la élite. Bien, esto es falso. La realidad es la siguiente: el Estado es el agente social que precisamente se encarga de perpetuar las condiciones socio-económicas de la verdadera élite (que es la élite financiera internacional, y no la que lleva a sus hijos a colegios concertados) a expensas de lo que se conoce como clase media, mediante la redistribución masiva de rentas (de la que son ajenos) y la propagación de ideologías (a través de ideólogos en nómina) que enfrentan a los distintos estratos sociales populares (derecha-izquierda, trabajador-empresario, hombre-mujer, negro-blanco, joven-anciano), para enfrentarlos, dividirlos y evitar así la revolución, que queda reducida a «juego democrático».

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  11. Hola,

    No soy de España. Soy de los EE.UU. No tenemos la enseñanza bilingüe en las escuelas. Creo que es una gran ventaja para países como España para enseñar a varios idiomas en las escuelas.

    Espero que esta opinión de ayuda.

    Gracias,
    Dennis

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  13. Cuando referencias indirectamente un centro de madrid que forma a élites políticas y profesionales del arte y la cvultura, ¿te refieres al colegio estudio?

    ¿Por qué no contestas a las cuestiones y comentarios???

    gracias

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  17. En su afan tradicional de profesores de su especialidad especialmente inclinados a denunciar al estado democrático creo que ha escrito unas opiniones poco sostenidas y que son mcho más clasistas que el estado de derecho que tanto le gusta denigrar. Quizás sea de esta manera que algunos piensan que pueden ayudar a la sociedad cuando la sociedad y su ciudadania lo que necesita es gente involucrada en mejorar cada día, no en criticar con las manos en los bolsillos. En esto no deja de tener un cierto parecido con los tertulianos de TV cuyo efecto es entretener a las masas. Por cierto, a Marx le hubiese encantado conocer el efecto de la caja tonta en el pueblo. Que pena que aun no se hubiese difundido como hoy.

    Como respuesta a sus pensamientos me remito sencillamente a la respuesta que la asociación de enseñanza bilingüe (fundamentalmente formada por un 85% de profesores de enseñanza pública) le ha dado para que sus lectores comparen. Dicha carta se encuentra en http://ebspain.es/pdfs/analisis_art_rendueles.pdf

    Solamente añadir que he sido profesora de Infantil, primaria y secundaria y que no me une nada a dicha asociaciación más allá de ser una simpatizante de la educación bilingüe y ver que la española tiene defectos (y no pocos) pero que los docentes estamos comprometidos en mejorar no sólo esto sino todo el sistema educativo español y que no se hace «pegando porrazos» sino con trabajo e ideas.

    El Sr. César Rendueles, Profesor en el Departamento de Teoría Sociológica de la Universidad Complutense de Madrid, en su blog “Espejismos digitales”, ha publicado un artículo titulado “Elitismo educativo, escuelas concertadas y bilingüismo”.

    Se trata de un artículo que sin duda requeriría alguna respuesta en su conjunto pero, dado el contexto en el que se enmarca la Asociación “Enseñanza Bilingüe”, este análisis se va a limitar a lo contenido en los dos párrafos que dedica al bilingüismo y que, por cierto, no tienen desperdicio. Se transcribe literalmente y se comenta todo su contenido de la siguiente manera:

    Pero seguramente la herramienta de discriminación social más ambiciosa que se ha ideado en España es el programa de bilingüismo de la Comunidad de Madrid (CAM), una auténtica pesadilla elitista.

    Grandilocuente y categórica afirmación sobre un programa cuyo principal objetivo ha sido el de ofrecer a todos los alumnos de la Comunidad de Madrid, independientemente de su situación socioeconómica, una enseñanza hasta entonces reservada a elites. ¿Una enseñanza que abarca casi al 50% de los alumnos de primaria puede ser elitista?

    En la actualidad, la mayor parte de los colegios de educación primaria madrileños son bilingües –hay distritos enteros donde no hay ni un solo colegio no bilingüe– y los que no lo son sufren fortísimas presiones de la administración para que entren al redil.

    Es evidente que el Sr. Rendueles no se caracteriza por su rigor. Su “pasión” le lleva a confundir los números y no se ha molestado en conocerlos. Este curso hay 353 colegios públicos bilingües sobre un total de 789, es decir menos del 50%. Y si el Sr. Rendueles conoce un solo colegio que haya recibido no ya “fortísimas” sino la más leve presión de la administración para “que entre al redil”, que lo diga.

    Calumniar es fácil y sale gratis.

    El Sr. Rendueles debería saber que para ser bilingües los colegios tienen que solicitarlo y además cumplir ciertos requisitos. Todos los colegios no serán nunca bilingües y la administración no debe tener ningún interés más que el que tengan los padres y los profesores.

    Hay que estar muy alienado por la anglofilia para no percibir que el programa bilingüe de la CAM es un delirio pedagógico sin parangón en ningún lugar del mundo, que ha convertido los centros educativos en academias de idiomas donde una parte significativa de las materias son imposibles de impartir porque alumnos y profesores no comparten las herramientas comunicativas mínimas.

    Este párrafo debe ser sin duda producto de lo que el Sr. Rendueles menciona en relación a alienación y delirio. Demuestra un gran desconocimiento de lo que es un colegio, de cómo funciona una academia de idiomas y, aparentemente, de lo que es enseñar.

    El acrónimo CAM corresponde a “Caja de Ahorros del Mediterráneo”. El de la Comunidad de Madrid es CM.

    Es algo tan sencillo como que los profesores de primaria dan clase de ciencias naturales, historia o ciencias sociales en inglés (y sólo en inglés) a niños de 6, 7 u 8 años que… no hablan inglés.

    Hay cerca de 100.000 alumnos estudiando en inglés en colegios públicos bilingües. El Sr. Rendueles debería saber que esos alumnos aprenden inglés y hablan inglés. Así lo demuestran las pruebas externas que realizan. Tampoco hay que olvidar a sus profesores y a sus padres.

    Hay un dato curioso que permite entender el auténtico objetivo del bilingüismo en los centros públicos de la CAM.

    En educación secundaria los resultados académicos de los estudiantes del programa bilingüe son peores en las materias impartidas en inglés pero mejores en matemáticas y lengua española.

    De donde habrá sacado el Sr. Rendueles estos datos? No se conoce ningún estudio realizado sobre el programa en institutos bilingües, es decir en “educación secundaria”? Si ha realizado algún estudio en su Universidad debería hacerlo público.

    Es decir, aparentemente dar clase de ciencias en inglés, mejora tu rendimiento en lengua española.
    Las conclusiones a las que llega el Sr. Rendueles son carentes de todo fundamento.

    La explicación es que los programas bilingües expulsan a las familias más pobres y con menos recursos culturales y que obtienen peores resultados académicos.

    Esta opinión sería válida si aportara datos, estuviera sustentada por estudios empíricos, contrastada, validada por expertos y recogida en algún estudio nacional o internacional.

    El Sr. Rendueles ha decidido que los programas bilingües expulsan a las familias más pobres. Eso significa que los 160.000 alumnos escolarizados en el programa bilingüe en centros públicos son ricos.

    Al igual que la red de enseñanza concertada, los programas bilingües en educación primaria tiene un objetivo social: permiten que al llegar a la ESO los estudiantes puedan ser distribuidos en función de su nivel de inglés.

    El Sr. Rendueles ha llegado a ser profesor universitario. ¿No ha tenido que estudiar, esforzarse, superar exámenes, demostrar conocimientos, ser seleccionado? No es creíble que le hayan regalado la plaza.

    Poco sorprendentemente, esta criba hace que los estudiantes de las aulas bilingües sean de piel más clara, más ricos y con mayor capital cultural que los demás.

    Esta frase final del Sr. Rendueles, que remata su relato, es otro disparate y supone un claro insulto tanto a los alumnos que tienen la suerte de estar en aulas bilingües como a los que no han podido acceder a ellas.

    Esta asociación, por respeto a sus miembros y lectores, se abstiene de hacer más comentarios.

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